Me gusta correr
entre el pasto y los gritos
por la pradera de venenosa dulzura
y por la piel, cuando entre la luna.
Giraaar
sin temor al mareo.
De la casa al avellano,
de la ayuda al horror.
Hata qe me pidan qe hable,
los cuerdos, resquebrajandose en la penumbra,
oiran ese, mi, ruido.
y al ver verán las verdades.
4 mar 2010
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